
Estos sonajeros de dos argollas y una esfera, divierten a las pequeñas manos curiosas, que experimentan sobre el efecto de sus actos.
Al agitarlo, puede observar de dónde proviene el sonido. Un gran aprendizaje en objetos sencillos como éstos, donde el objeto es silencioso hasta que el niño actúa sobre él haciéndolo sonar.